Tesoros históricos: Irán alberga antiguas civilizaciones y monumentos icónicos como Persépolis y la Mezquita del Sha en Isfahán, ofreciendo una inmersión en la historia y la arquitectura milenarias.

Hospitalidad iraní: La cálida bienvenida de los iraníes es legendaria. Los visitantes son recibidos con amabilidad y generosidad, creando una experiencia de viaje acogedora y memorable.

Paisajes diversos: Desde desiertos dorados y montañas nevadas hasta exuberantes valles y costas del Mar Caspio, Irán ofrece una variedad de paisajes impresionantes para explorar.

Cultura fascinante: La cultura iraní es rica y diversa, desde la poesía y la literatura hasta la gastronomía y las tradiciones, ofreciendo una experiencia enriquecedora para los viajeros.

Seguridad y estabilidad: A pesar de los estereotipos negativos, Irán es un país seguro y estable para viajar, con una baja tasa de criminalidad y una población amigable y acogedora.